Los reguladores automáticos de voltaje contribuyen a la estabilidad del sistema de energía a través de la purificación de la forma de onda de salida.

Idealmente, la tensión de salida de una red eléctrica o un generador debería ser una forma de onda sinusoidal fundamental. Sin embargo, la presencia de armónicos de alta frecuencia superpuestos a la frecuencia fundamental da como resultado una forma de onda de salida no ideal. Los armónicos son esencialmente múltiplos enteros de la frecuencia fundamental y aparecen con la forma de onda de tensión o corriente, lo que afecta al rendimiento general del sistema.

La inyección de armónicos de alta frecuencia en la carga provoca distorsión de la tensión de carga. Cuando la forma de onda de tensión del lado de la carga se desvía de una forma sinusoidal, los equipos eléctricos sensibles conectados pueden presentar respuestas anormales. Por ejemplo, puede producirse un aumento del calentamiento, una vibración amplificada del motor y fallos de funcionamiento de los relés de protección, todo ello debido a que los componentes de alta frecuencia de la forma de onda alteran las características reales de CA de la tensión y la corriente.

El propósito del regulador de tensión servoautomático es proporcionar una salida de tensión relativamente limpia para que los dispositivos aguas abajo reciban una forma de onda estable. La presencia de armónicos de alta frecuencia en la salida significa que el regulador de tensión del circuito de 10 kVA no ha logrado suavizar eficazmente la distorsión en el lado de la fuente de alimentación. Esta distorsión, que se propaga a través de la impedancia del sistema, afecta aún más a los transformadores y otros equipos de distribución. En aplicaciones de alta potencia y alta precisión, esta distorsión de la forma de onda y la distorsión de la tensión pueden reducir la vida útil del equipo o amplificar los errores.